Decorando (y las que nos quedan)

Ya os dije hace un par de semanas que ando sumergida en un mundo de decoración pensando cómo va a ser mi patchcueva. Hoy he aprendido Fengshui por Internet, que es un arte oriental (léase chinorris) en el que a cada trozo de tu casa le asignas un Ôrea de tu vida. En función del Ôrea de tu vida que quieras potenciar, ese serÔ el rincón de tu casa en el que deberÔs poner mÔs empeño decorativo.

Me he dado cuenta (alarmantemente) de que mi patchcueva no va a tener un rincón dedicado a la pareja o a trincar (fengshuimente hablando, claro, porque tendré cama y todo eso) ya que corresponde esta Ôrea con el baño que es la estancia mÔs pequeña de la casa. Animada por un espíritu combativo de dichas influencias negativas, ya he adquirido un grifo para mi lavabo (supongo que lo incrustaré o algo) que es este que os pongo a continuación:


Como siempre, pinchando se amplĆ­a.



Pero tampoco puedo descuidar la cocina, que corresponde con mi Ć”rea de trabajo, para lo cual tengo que llenarla de vida. ¿Y quĆ© mejor para llenar una cocina de vida que hacerla cuadra? He aquĆ­ mi propuesta:


Caballo y macizo no incluĆ­do.



Pero toda casa de soltera no estÔ completa sin un rinconcito etílico en el salón, para lo cual, he decidido copiar la idea a estos bricomaníacos que se montaron una barra con libros. Así soluciono dos problemas: la falta de espacio para guardar mis libros a la par que atraigo a hombres etílicos.


QuƩ va, quƩ va, quƩ va
yo leo a Kierkegaard.

Otro día os cuento mÔs cosas de decoración (se admiten consejos y sugerencias aunque como siempre, haré lo que me salga de la peineta).

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COMENTARIOS

2 han mejorado su vida sexual:

  1. ¿Vamos una tarde a Ikea despuĆ©s de Semana Santa? Aunque bueno, no sĆ©, porque seguro que me vuelvo a casa con algo que no necesito...

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  2. No quiero ni pensar lo que debe ser querer leer uno de esos libros despuƩs de haber bebido 10 copas...

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