Always look on the bright sight of life!
La operación de mi madre fue bien. NingĆŗn problema ni nada de eso. Me he pasado el dĆa entero en el hospital, rememorando buenos tiempos, con un ojo en mi madre (no sea que se escape) y la oreja con el walkman. He de confesaros una cosa: soy superfĆ”n del Papa y me da una pena infinita que lo estĆ© pasando mal, asĆ que ando con una crisis de ansiedad constante entre unas cosas y otras.
En fin, a lo que iba. Lo que mĆ”s me ha llamado la atención (ademĆ”s de que sólo haya dos edades de enfermer@s: tecno lolys y viejunas) son los ascensores. Mi madre estĆ” en una planta que te hace desear hacerle un hijo al inventor del ascensor (si no lo ha tenido ya), por lo que he cogido algunos bastantes a lo largo del dĆa. Los ascensores de los hospitales son rĆ”pidos cuan rayos, asĆ que los viajes no te dan para mucho.
¿Que no te dan para mucho? Pues me temo que me he cogido todos los de anĆ©cdotas. Desde el viejuno con vocación de ascensorista que insiste en pulsar Ć©l los botones (se ve que en su casa la tele aĆŗn se sintoniza con una rueda como la radio), hasta la Yeni apocalĆptica, que en cuanto empieza a subir el ascensor, comienza a gritar ¡¡¡se va a caer!!! ¡¡¡¡Estoy segura de que se va a caer!!! ¡¡¡¡Yo me bajo en la próxima!!! Pero mis favoritas son las viejunas gafes: "¿QuĆ© has dicho que tiene? La Juani me suena que se murió de eso, entre grandes gritos y vómitos. Creo que se ahogó en su propio moco".
Pues nada mƔs, pequeƱitos. Muchas gracias a los que me habƩis mandado Ɣnimos. Si me da tiempo, os pongo algo maƱana aunque no lo garantizo.
0 han mejorado su vida sexual:
Publicar un comentario
Comenta, que algo queda.