Pop art

¿Que por quĆ© estuve en un museo? Porque habĆ­a una exposición que se merecĆ­a toda mi atención: los cuadros de Roy Liechtenstein, ese monstruo del arte contemporĆ”neo. Dice Torpin que arte es todo aquello que no tiene una utilidad clara.

Pues este hombrecillo se dedicó a hacer arte a costa de dos cosas muy del siglo pasado: los tramados de puntos y los cómics (ojo, que se mantienen, ambas cosas). Me encantó la experiencia de pasear entre salas llenas de viƱetas de tamaƱo como el mĆ­o, los bocetos, e incluso los propios cómics que hizo. Como muestra, os dejo uno de los cuadros de la exposición, que, constato, han pasado a ser carne de cañón para estampados de ropa de Jenny y otra fauna urbana... (bueno, como casi todos los cuadros un poco conocidos, porque ¿quĆ© os voy a contar de camisetas con la Mona Lisa o cualquier otro cuadro conocidillo)



Es curioso pasear por la exposición, porque tienes una sensación de que tú mismo podrías haber dibujado eso, con una regla lo suficientemente larga o copiando de un cómic, pero precisamente lo bueno estÔ en que se le ocurrió a él, llenar un lienzo inmenso con una pÔgina de su agenda o hacer una radio. He ahí el genio.

A mí me gusta por los colores (primarios, como los de los Teletubbies) y por la idea de hacer arte con algo que en principio, es un objeto de consumo rÔpido, como son los cómics (rÔpido en contraposición a un cuadro "tradicional" que se supone que se pinta en mÔs tiempo y ademÔs se contempla con una solemnidad especial. No sé si me explico).

Como curiosidad, os dejo una de las fotos del festival al que he ido este verano, el Contempopranea, que tambiƩn pertenece a la omnipresente cultura pop...


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