Ayer me acabĆ© el Ćŗltimo libro que me he leĆdo y hoy he decidido dejar un poco de espacio para saborearlo un poco mĆ”s. El Ćŗltimo libro que me he leĆdo estĆ” a medio camino entre la novela y el reportaje periodĆstico y me ha dejado en shock desde la primera hasta la Ćŗltima pĆ”gina.
El libro en cuestión se titula "Era medianoche en Bhopal", y lo firman a pachas Dominique Lapierre (cuya mujer se llama tambiĆ©n Dominique, quĆ© cosas) y Javier Moro. El libro va de un escape de gases mortales en una fĆ”brica de pesticidas en la India en 1984 en el que murieron un nĆŗmero incierto de personas, pero se estima que fueron unas 30.000. MuchĆsimas mĆ”s quedaron enfermos para siempre a causa de la inhalación de gases.
En el libro te van descubriendo las causas de cómo pudo escaparse de las manos este gas que ya sabĆan que era muy tóxico pero que a los mismos que lo manipulaban no se les dio la información acerca de su toxicidad. En un principio, la fĆ”brica contaba con todas las medidas de seguridad para garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como de las personas que vivĆan cerca. Tened en cuenta que esta fĆ”brica estaba junto a los barrios de chabolas de Bhopal, asĆ que ya os imaginarĆ©is que, si bien la seguridad de valla hacia dentro era exquisita, no se podĆa decir lo mismo una vez se salĆa del recinto.
En el hospital no sabĆan quĆ© sucedĆa, y les llegaba gente asfixiada, ciega, vomitando... vamos, os podĆ©is hacer una idea.
En fin, si os da curiosidad, podĆ©is echarle un ojo a Wikipedia (en inglĆ©s, que en espaƱol no estĆ” muy completo), a este interesante artĆculo o bien pedirme el libro los que me conocĆ©is en persona.
La reducción de costes en este tipo de situaciones, si bien es lĆcita, normalmente se hace a costa de la seguridad porque no se suele diseƱar por anticipado un plan de desmantelamiento apropiado. Un ejemplo parecido pero debido a la subcontratación o externalización fue lo de la lanzadera Columbia: las revisiones de las placas del blindaje tĆ©rmico salĆan mejor de precio que cuando las realizaban empleados mĆ”s cualificados (y caros) de la NASA pero como los estĆ”ndares de trabajo tampoco eran los mismos el resultado era mĆ”s o menos inevitable.
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