Starbucks, el pegamento de la realidad


Los seres humanos somos fascinantes, y estamos constantemente buscando señales de que todo va bien, de que el mundo sigue ahí fuera y de que podemos confiar en que los acontecimientos seguirÔn su curso mÔs o menos como lo habíamos planeado. Dentro de esta última categoría entrarían las supersticiones, de las que ya os hablé hace un año, así que no voy a ahondar mÔs en el tema.

Las seƱales que nos hacen suponer que todo sigue como esperƔbamos pueden ser de lo mƔs peregrino: mi abuela apunta las cabaƱuelas para saber quƩ tiempo va a hacer durante el aƱo siguiente, por ejemplo; pero tambiƩn estƔ la costumbre de ver a Ramonchu con capa para asegurarnos de que es 31 de diciembre.

En Londres lo que unía la realidad era la constatación de que había un Starbucks cerca, hasta el punto de generarnos verdadera ansiedad de separación el hecho de no ver ninguno si girÔbamos 360 grados. La colonización de la cadena de cafeterías en Londres es alucinante, sobre todo teniendo en cuenta que había también bastantes cafeterías italianas con un café a todas luces mejor. Espero que en Madrid no vayan tan a lo bruto (ya sabéis, esperar es gratis) porque el producto que venden tampoco es tan bueno y normalmente cuesta cuatro veces mÔs que el café que podéis tomar en el Bar Paco (y no me vengÔis con tontÔs de que os pone romÔntico tener vuestro nombre en el vaso).

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COMENTARIOS

3 han mejorado su vida sexual:

  1. En el Costa Coffee te ponen el cafƩ en una taza de cerƔmica, y el cafƩ del CafƩ Nero me gusta bastante mƔs que el de Starbucks.

    Eso sĆ­, el precio es similar en los tres casos.

    Yo en Madrid sólo tomo café de Starbucks (los frapuccinos no cuentan) cuando necesito un desyuno/merienda móvil, o cuando necesito cafeína en cantidades industriales...

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  2. Aquƭ no tenemos Starbucks y yo no tomo cafƩ, asƭ que no me dice nada tazas con nombres o sin ellos.

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  3. Anónimo23/6/08 11:38

    Yo es que como ya soy una persona mayor, me gusta que me den el cafƩ en cristal o cerƔmica y con una cuchara de verdad, no de jugar a las casitas. AdemƔs, por supuesto, el precio me parece un abuso por un cafƩ que no es bueno y un servicio que no existe.

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