Cuando te queda muy poco que decir


Estoy leyendo la última de mi archienemigo y me he dicho a mí misma: qué tontería, poner un deseo en un globo. A continuación me ha venido la cordura y claro, me he puesto a pensar en la de veces que he pedido deseos, no sólo en la iglesia (que es un sitio guanchi para pedirlos porque ademÔs puedes encender velas sin que nadie salga perjudicado y sin tener que ponerte tontorrona) y me han salido unos pocos. Cuando me he puesto a escribir el post (ya sabéis que soy una escritora nata -y fresa-) me he topado con que ese artículo ya lo había escrito, hace la tira y con invocación al patchifÔn primigenio incluida.

¿EstarĆ© llegando al final de un ciclo creativo? ¿SabĆ©is quĆ©? Voy a pedir un deseo navideƱo a ver si viene el espĆ­ritu de las Navidades futuras y me concede una musa o un muso para 2008.

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COMENTARIOS

1 han mejorado su vida sexual:

  1. Hay cosas absolutamente ƱoƱas y gafapĆ”sticas que me empiezan a parecer entraƱables. ¿DeberĆ­a empezar a hacerme reconocimientos mĆ©dicos quincenalmente?

    Por cierto, me encanta tu nuevo logo (no sƩ cuƔnto lleva, pero estoy empezando a leerme todo lo que no me he leƭdo por la falta de internƩ en casa).

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