Hay dĆas que al escribir el blog me siento como Teo el de los libros de los niƱos. Es un rollo "Teo va en autobĆŗs", "Teo meets viejuno", "Teo ve una peli". Bien. Hoy os ha tocado "Teo va al dentista". Que conste que yo huyo por sistema de los mĆ©dicos (bueno, alguna excepción hay pero porque son mĆ©dicos de palo) pero hay momentos de la vida en los que tienes que ir a verles. Hoy tenĆa dentista.
Llegar ha sido fĆ”cil (vamos, lo normal, lleguĆ© con el tiempo justo), pero lo duro ha sido cuando la mujercilla dentista me ha sentado en la silla. Los aparatos de dentista deberĆan ser encerrados en un cofre y arrojados al mar. O al espacio exterior en el próximo Apollo que salga. Ha sido empezar a oĆr el torno y ponerme tensa. Y la mujercilla se ha dado cuenta (yo creo que huelen el miedo).
Al final, me ha echado una bronca gigante, me ha dicho que los niƱos pequeƱos se portan mejor que yo (hacĆa eones que un desconocido no me echaba broncas por portarme mal) y me ha dicho que me lave muy mucho los dientes, que espera no verme por la consulta en un tiempecillo. Lo malo es que la semana que viene tengo otro empaste. Porca in the misery.
oooo!! q chulada de blog te has puesto! El cambio queda muy bien!!
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