Las temibles viejunas musicales
Hay mucha gente que me pregunta por quƩ madrugo. Por quƩ, si no entro a currar hasta las 3, estoy levantada a las 9. La respuesta es fƔcil, y una vez mƔs tiene que ver con viejunas, en este caso, LAS TEMIBLES VIEJUNAS MUSICALES.
EspaƱa es el paĆs de la copla, tenemos un repertorio mu grande, mu sentĆo y mu lleno de tópicos como la gitana que se casa con el torero y luego uno de los dos muere con eróticas consecuencias, o el capote de grana y oro (de nuevo torero) o quĆ© tendrĆ” la Zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones... En fin, os hacĆ©is una ida. Pues bien, mis vecinas se dedican a aprovechar la acĆŗstica del patio interior para encontrar esa estrella que hay dentro de ellas (si lo deseas, brillarĆ”...). A voz en grito. Esta semana ha tocado el gran Ć©xito que supuso "Mi niƱa mora" o algo asĆ (entendedlo, es la sintonĆa que me despierta, y yo antes del cafĆ© no es que ande muy fina que digamos).
Lo que pasa es que en las dos Ćŗltimas semanas con los exĆ”menes a LAS TEMIBLES VIEJUNAS MUSICALES se les ha ido a unir LAS BORDES VECINAS ESTUDIANTES, que se dedican a gritar a las viejunas en un esfuerzo (infructuoso por lo demĆ”s) de que se callen. Por lo tanto, mi melodĆa de despertador es algo asĆn como: "Mi niƱa moraaaaaaaa, mi niƱa moraaaaaaaa.... ¡JODER CĆLLESE VIEJA DE LAS PELOTAS, QUE ESTOY ESTUDIANDO! Menos mal que tengo mi MP3.
0 han mejorado su vida sexual:
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