Nada que declarar
Os preguntareis por quƩ he tardado tanto en actualizar. El motivo es sencillo: me han atrapado en la aduana.
Me he ido a pasar el puente a Italia con Perry (en Madrid el lunes tambiĆ©n era fiesta). Y en Florencia no se me ha ocurrido otra cosa mĆ”s que comprar una pistola de madera. Color madera. Con el gatillo de madera que no se movĆa porque estaba pegado con superglue. Vamos, lo que viene siendo una pistola de madera:
Y como no me cabĆa en la mochila (no preguntĆ©is lo que lleva una chica en la mochila, os sorprenderĆais) lo metĆ en el bolso. Repito: es sólo una pistola de juguete, y si el juez lee esto lo repetirĆ© hasta la saciedad: esa pistola lo Ćŗnico que dispara son gomas elĆ”sticas de las de escritorio. Inofensiva, sin nada de metal. Sólo madera como Pinocho.
Llego al control de equipaje de mano, y me dice la mujercilla en perfecto italiano: llevas una pistola. Y yo: sĆ pero es de madera. Y la mujercilla: llevas una pistola. Y yo: pero es de madera (en este punto me empecĆ© a acordar del monólogo del Payacho y el "es veneno pero sabe a canela"). Vamos, que finalmente me han hecho poner imanes por toda la pistola para demostrar que no es de metal. TambiĆ©n he usado una fresadora y un torno microliner con el cual he demostrado que el percutor es una pinza de la ropa y que no podĆa disparar. Yo quiero volver a casa!!!
0 han mejorado su vida sexual:
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