Un post sangriento
Hoy me he dirigido a la Puerta del Sol en un rato que tenĆa libre. Me he plantado yo sola allĆ y he visto los tapones (de cava, que no se diga) en todas y cada una de las calles que llevaban a tiendas (excepto las que llevan a la Plaza Mayor, que eran rĆos de pelucas), y he tenido una premonición. Me he visto a mĆ misma atrapada en la plaza hasta el dĆa de las uvas. Y despuĆ©s. De hecho hasta el 7 de enero, cuando las viejunas protagonizan la moderna estampida corteinglesera. Y he visto cómo morĆa bajo sus vetustas pezuƱas.
AsĆ que me he dicho ¿quĆ© rayos? y me he metido a donar sangre. Y aquĆ viene la patchiaventura, de esas que hacen a mi madre exclamar si no puedo hacer las cosas como la gente normal. El mĆ©dico me ha preguntado si iba a hacer submarinismo y le he dicho que sĆ, que tenĆa cita esta noche en el ocĆ©ano PacĆfico. Y han venido todas las enfermeras (las 5!) a preguntarme dónde buceo y cuĆ”les son los beneficios en la salud para bucear. Hemos tardado media hora entre el mĆ©dico y yo en explicarles que no iba a bucear.

Lo peor de todo es que habrĆ” un par de personas con mi sangre.
No quiero ni pensar las consecuencias.
Esto puede ser una invasión
Me cuentan que hoy el dĆa estaba animado. Claro! Si estaba yo sola en el bus de donar sangre. La enfermera que me ha sacado la sangre me ha dicho que ha ganado el premio aguja de oro (o sea, que es la enfermera mĆ”s enfermera de Madrid) y que si no sigo sus consejos y me hago un moratón, mi sangre mancharĆ” su tĆtulo. Textual. Me ha dado miedo.
Menos mal que me han dado dos zumitos de piƱa y un sandwich para volverme a casa contenta. Y un viejuno me ha propuesto en matrimonio por la calle. (Pero si despuĆ©s de donar parecĆa Batman y Robin (los dos) con las ojeras que se me han quedado).
0 han mejorado su vida sexual:
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