Los correos
Yo creo que estoy tocando fondo. Me siento en el ordenador, y lo primero que miro (después del Popomundo) es el correo electrónico. Nada menos que cinco cuentas abiertas en distintas etapas de mi vida, como atestiguan los distintos nicks, que van desde la que es sólo mi apellido hasta patchesguay (seguido de una arroba y una dirección italiana) pasando por una neutral patchenitalia.
El problema no serĆa tal si me limitase a usar sólo una. O si hubiera puesto una sola contraseƱa para todos en vez de ir cambiando segĆŗn le daba la contraseƱa a alguien para que me mirara el correo... Hasta tal punto que hay gente que no se entera de que me he mudado a gmail y sigue enviĆ”ndome mensajes a hotmail. No sólo eso. Encima osan petarme el hotmail (hay que admitirlo, con la ampliación de capacidad los correos ya no se petan) con pps que la mitad de las veces o no miro o no leo o no veo las fotos. Hay que merengarse.
Por no hablar de todo el spam que entra, desde el phising hasta el tĆpico de "enlarge your pennis", que me deja muy traumatizada al pensar que el tamaƱo sĆ que importa (ademĆ”s de hacer que me plantee una operación de cambio de sexo a ver si esa va a ser la solución a mi caótica vida amorosa).
Por favor, no me mandĆ©is cosas a hotmail, tengo una dirección estupenda de gmail a la izquierda; ademĆ”s el correo del messenger lo abro una vez a la semana como muchĆsimo. Votadme y avisados quedĆ”is.
0 han mejorado su vida sexual:
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