Los cambios (no, no, esta vez no va del metro de Madrid)
Es difĆcil cambiar, y no a todo el mundo le van bien los cambios. Esta semana han cambiado varias cosas por mi universo.
La primera es una pĆ”gina a la que acudĆa como refugio. No es para hacer un drama, pero no me negarĆ©is que cuando se acaba algo es como un pedacito de ti que no va a volver. No tiene por quĆ© ser malo necesariamente, pero es que soy super fan de la nostalgia. Lo bueno es que ahora tengo mĆ”s tiempo para otras cosas, por ejemplo este antro de perversión que regento (estoy cambiando los enlaces para que todos tengĆ”is banner) y para otras cosas, por ejemplo dormir, que como dice mi madre tengo mĆ”s ojeras ahora que cuando estudiaba, hija, te voy a dar farmatón, porque tienes una cara de lechuguina a ver si te da el sol un poco, ya te vale... (En fin, quĆ© os voy a contar).
La otra cosa que ha cambiado es el tramo de adoquines del Paseo del Prado. Me explico para los que no seĆ”is de Madrid. El Paseo del Prado estaba entero asfaltado excepto la parte que une el jardĆn BotĆ”nico con el Museo (del Prado, se entiende) que estaba puesto de adoquines (maƱooooo! no los de carameloooooo!) que hacĆan que cuando pasaba por ellos con el patchmóvil saltaran/se rayaran los Cd's. Pues bien, esta semana lo han asfaltado. Y me da penita, porque al pasar por los adoquines a mi me llevaba como al pasado (como si el patchmóvil se convirtiera en un Delorian) y era capaz de ver los coches de caballos de Galdós...
Lo Ćŗltimo que ha cambiado es este post, que ya lo tenĆa escrito e iba sobre apuestas. Pero como me ha petado el ordenador y me daba pereza reescribirlo, pues ahĆ os quedĆ”is con las ganas de saberlo... UAJAJAJAJAJA!
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