Dos cosillas (chu cings)




Primera: estoy de estreno: tengo un ordenador portÔtil que me va a permitir martirizaros mÔs (si cabe) con todas estas paranoias, jejej. Aunque estoy pensando darle otros usos, como bajarme todas las canciones de Bisbal, de Chenoa y, por supuesto, de Andy y Lucas, que son mis favoritos (qué mono es Andy, es taaaaaan tímido, snif) y todas las películas de bailes de graduación posibles e imaginables.

Segunda: ayer vi Shin Chan: la invasión. Brutal. Yo no sĆ© por quĆ© no enseƱan en los colegios las pelis de este chaval. AdemĆ”s, me siento un poco envidiosa, porque Shin Chan derrota al malvado Barón del Tanga con su trompa y, claro, yo no estoy equipada (gran frase de Dogma, si no la habĆ©is visto, os la recomiendo...). TambiĆ©n impagable el ataque de la Reina Jamónica que lucha contra UltrahĆ©roe (ajajaja). Lo malo es que predispone a los niƱos en contra de un colectivo ya de por sĆ­ vituperado: los travestis. Porque digo yo: ¿de dónde sale ese afĆ”n de los chicos por vestirse de mujer? ¿HabĆ©is visto alguna vez a una mujer vestirse de hombre para dar morbo a otras mujeres? Yo no. Pero bueno, como mi niƱa interior tiene sólo 6 aƱos, debo esperar a que crezca.

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