Snatch. Cerdos y diamantes
Hoy va de cine. Esta semana he visto Snatch (entre otras, no os vayĆ”is a pensar). La verdad es que mi primer impulso a cogerla en la biblioteca de mi facultad vino motivado no por un arranque cinĆ©filo, sino por la “tĆobuenez” de Brad Pitt.
Cuando lleguĆ© a casa flipĆ©. No sólo por la pantalla donde sale el menĆŗ, mucho mĆ”s currada que en otras pelis, sino tambiĆ©n por la mĆŗsica (a ver si me bajo la bso. Borrad eso. A ver si me COMPRO la BSO). Pues nada, que me puse a verla y me encantó. No sólo por la historia, que estĆ” muy bien pensada (no sĆ© si refleja alguna realidad existente, pero ¿quĆ© demonios?), sino tambiĆ©n (y sobre todo) por el trabajo del director. El montaje es alucinante, tipo cómic, con planos congelados, zooms imposibles y un tratamiento de la luz muy peculiar. No quiero repetirme, pero es casi como meterte dentro de un cómic (mucho mĆ”s que en Hulk).
La historia es tipo Pulp Fiction, pero en Inglaterra y con un tĆo bueno: mi Brad (ahora figura el nĀŗ 1, desde que George Clooney hace anuncios para Emidio Tucci). La historia del personaje de Brad Pitt os dejo que la veĆ”is en la pantalla. No tiene precio ese acento extraƱo que adopta y que en espaƱol estĆ” doblado de maravilla, ni, por supuesto, las escenas de lucha, en las que sale con el torso descubierto (¿os acordĆ”is de Thelma y Luise? Pues igual).
Si me tengo que quedar con una escena, me quedo con esa que van los distintos personajes en tres coches y uno tira la leche por la ventanilla, me estuve riendo tres aƱos.
Por hoy no os doy mƔs la brasa, no olviden supervitaminarse y mineralizarse...
P.D. Ahora estoy escuchando la canción Love is all around de los Troggs. Flipo.
0 han mejorado su vida sexual:
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