El estudio es guay
El otro dĆa se me ocurrió que deberĆa estudiar...¡Hay que ver quĆ© cosas se le ocurren a una cuando tiene un poco de tiempo libre!
Pos eso, que abrĆ un libro y de repente, me di cuenta que hace mucho que no archivo... y venga, me puse, saquĆ© la carpeta de todos estos aƱos de carrera y, con todo mi amor archivĆ©... LlenĆ© 3 AZ con toda mi sabidurĆa condensada (sĆ, como la leche). Repuesta de tanta emoción sin lĆmites, me volvĆ a sentar delante de mis apuntes. Vamos a ver, no me quedan tantos exĆ”menes de carrera, y he pasado tiempos peores, no? Pos nada, toda aplicada yo, delante de los apuntes, cuando me di cuenta de que se me habĆa acabado el tipex. Imposible estudiar sin tipex (y sin los rotus de diecisiete colores para seƱalar clara y distintamente):
a) Las fechas
b) Los nombres de artistas
c) Los nombres de periódicos
d) Otras creaciones literarias...
y asĆ hasta diecisiete categorĆas de cosas seƱalables (un, dos, tres, responda otra vez). Me bajĆ© a la calle rĆ”pidamente y subĆ pertrechada de la mitad del contenido de la papelerĆa de enfrente de mi casa. Bueno, y de nuevo me hallaba delante de mis apuntes.
Entonces me acordé que hace mucho tiempo que no hablo con Mónica. Y le dà un toque. Y esa fue mi perdición, porque decidà hacer una llamad perdida a todos los componentes de mi agenda del móvil. Ahà ya llevaba una hora de estudio.
La siguente hora la dediqué a varias actividades, como depilarme usando un muelle de un boli viejo, comerme medio paquete de galletas y escribir la lista con los 10 mejores culos de todos los tiempos. Luego leà treinta pÔginas de Lolita y creo que ya no hice nada mÔs, el estudio cansa mucho...
0 han mejorado su vida sexual:
Publicar un comentario
Comenta, que algo queda.